11 de abril de 2012

Ay, los del AndrésBello


Hoy me han dicho que no se me iba a aprobar Literatura y se me llamó a la oficina de la inspectora general. Tal delgadita que era parecía, que una de esas que se caiga del bacón por accidente, se le iba a llevar el viento como papelito de chupete.

-Señor Paz, el ministerio de educación dice que puede pasar sobre 12 cualquier materia pero  las normas de la institución por la excelencia académica no le permiten…

“No me permiten” me sonaba a prohibido, lo prohibido siempre es tentador ¿no? Como cuando estás con esas ganas de comerte el labio de la profe de Historia que habla y habla; oh sí, habla como condenada la man pero no como el de Filosofía aunque ese más que hablar escribe, escribe como hijo de su madre toda la pizarra con letra arial 7 no sé cómo lo logra, nadie lo sabe, cuando detrás de él la clase entera es un rebullicio que no hay dos es decir no es que sea ruidoso pero seguramente se sentía como el chisme que el Juanito había terminado con la Francisca se nos metía por ósmosis y a escondidas, a escondidas era lo todo lo que quería hacer y no hacía es decir lo prohibido; ah cierto está hablando la flaca.

-…permiten poder quedarse en la institución a menos que firme una carta de compromiso en presencia de sus padres o de su representante.

Me pregunto si la inspectorita sabía que tenía un cuerpo de morirse, que se le acosaba a espaldas de ella pero eso siempre con mucho “respeto”. Ay, sí, es que mírale esos labios que tiene y dicen que disque es divorciada y sin hijos.

-Señor, ¿me escuchó?

Mierda, o sea si le escuché pero es que no le entendí nada de lo que me dijo, algo de que firme algo que no sé qué. Mira que estamos solos princesa de edad madura.

-Sí, sí inspec

-Entonces aquí le dejo el comunicado y me lo trae firmado por sus padres mañana por favor.

-¿Ah? Sí, sí.

-Bueno vaya de nuevo a clases.

Me tuve que retirar, tan calientito que estaba la inspección y cómo no. Me llevaba el diablo porque tenía que cruzar el patio en medio de la lluvia y a mí que seguramente me daría resfriado, o sin mencionar que los hijuepuctas de educación física me han de lanzar un balón mojado los caremasos. Bah, me daría igual.

-Señor Paz, tenga.

Una sombrilla. Esperen era la sombrilla de ella. Me sonrió y dijo que era un buen chico que por vaguería me quedaba en materias cojudas pero que confiaba en mí. Oh creo que dijo algo así porque yo sólo pensaba en que olería la sombrilla por una semana. 


Escribo porque sí, porque me gusta, porque porque porque por qué...

Aururu

2 comentarios:

  1. :D Como dirían por ahí... Está del fructas! Con lenguaje típico del estudiantado colegial, cacho jeje. Chévere Aururu!!! La escribida es chévere y a veces desahoga :D

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  2. Gerson Flores Gracias! Y pues sí, puede desahogar pero tambièn delitar a otros. Saludos.

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