18 de mayo de 2013

Diálogos (II)


- ¿Algo no te gustó, verdad?

- ¡Oh!, no en realidad disfruté mucho el día de hoy…

- Si te molesta algo, puedo cambiarlo de inmediato…

- No… Solo me molesta el sistema.

- ¿El sistema?

- Sí, este revoltijo de basura en venta, el maldito dinero, este auto rojo. Todo esto. El hecho de que tengo que comer para vivir, saber que destruyo el planeta con cada respiro que doy y aun así querer seguir viviendo. El hecho de que quieras cambiar inmediatamente una cosa que no me gusta. La ilusión de perfección que queremos crear y no conseguiremos… Jamás. Nunca.

- Vaya…

- ¿El qué?

- Odias.

- Odio a la humanidad, me odio a mí misma.

- Yo no te odio.

- Gracias.

Permanecieron en silencio mientras él la lleva de vuelta de donde la había recogido, y ella trataba de guardar de nuevo en el secreto cofre de la ira su odio para no redireccionarlo hacia la forma de vida más próxima. 


Venga pues. Bailemos hasta morir,

Aururu.