19 de febrero de 2011

Brillo~

Cepillaba su cabello, como sólo él sabía después de que tan hábil maestra le enseñara. 
Ella sentía el sol de la mañana en su rostro,  lo disfrutaba pues él le enseñó cómo hacerlo. 
Sus marrones mechones de cabello ya no eran extensiones de encanto y seducción, mas aún brillanban. Hace poco tiempo que en un ataque se lo había cortado despedazando lo que más adoraba de ella misma. 

 Pues más que haber cortado su cabello, en su ataque cortó un pedazo de sus memorias, de sus delirios. "Jamás te olvidaré, tu cabello es inconfundible" Recordaba demasiado bien esas palabras. Justamente esa cierta conjunciones de letras que evocan la memoria de una persona perdida. Que memoraban el comienzo de su masoquismo, de su adicción. 

Pero Martín aún no debía saberlo, no era hora. La despreciaría. 

-Mi cabello... está terrible. - se quejó estando más tranquila y esperando que su voz no delatara que aunque el dolor era exquisito, la había afectado más de lo deseado.

-Lo está.

Ese pequeño comentario, fue otra dosis de exquisito elixir, pues llegó como una fiel punzada directo a lo que por ahora era una herida reciente. Su cabello... Sus recuerdos... 

-Está terriblemente hermoso - dijo acariciándola.

Esto la sorprendió ya que no era lo que esperaba recibir.  Siempre él tan delicado, tratando de poner vendas a cada herida que se ocasionaba, siempre tratando de cicatrizarle los cortes, siempre tratando de estar con ella. 

Y Lorena pudo notar que él la veía.

A pesar de que ella no se atraviera a contar nada, a decir nada, a explicar nada. Él seguía ahí, esperando, confiando, amándola. 

Y dolió... Pero un dolor diferente a los que ella estaba acostumbrada a provocarse.

Dolía de felicidad



De a poco, gracias a Dios, por ti vuelven las tiernas bailarinas a mis manos, a mi mente,

Aururu

1 comentario:

  1. Una narración intrigante y fascinante al mismo tiempo. Excelente manera de mostrar hecho tras hecho. ¡Me gustó mucho! ^^ DL

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Atrévete a delirar junto a mí~