13 de enero de 2011

Me irrita pensar que imaginabas que mi ignorancia llegaba hasta ese extremo. Me enfada de sobre manera que pensaras que mis conocimientos, que mis percepciones eran tan vagas, inconclusas y faltas. Porque era cierto, era completamente veraz que ignoraban las apreciaciones magnánimas,  que despreciaba los signos de mi entorno.
Pero era porque mi entorno totalmente  eras tú. Tú y  tus delicadas arrugas entre tus ojos que mostraban que ciertamente el tiempo había cobrado su cuota, pero antes de hora en ti; antes de hora  estando aún floreciendo el padecimiento tocó a tu puerta. Y tan complaciente , como siempre, tu le abriste le dejaste pasar con amabilidad sin esperar, sin sentir, sin tampoco percibir...
Pero quizá no sea el asunto que esta vez me acontece en mi enojo, es algo más profundo, y más desdichado. El saberme ignorante de tu verdad es lo que me ha magullado, el reconocer que a pesar de que sabías que me daba cuenta tú lo seguías haciendo, me seguías sonriendo, me seguías acariciando, me seguías besando imperturbablemente mientras lloraba de la rabia por no saber tu verdad. Porque ciertamente descubrí tu incesable y maleable fetiche, tu pasión de la mentira...


¿Cuál era tu verdad? ¿Cuál era nuestra verdad?

Te odiaba porque eres tan y como suelo ser....


"Dad una máscara al hombre, y os dirá la verdad" - Wilde,


Aururu

2 comentarios:

  1. odiaba lo que suele ser?... odiaba el hecho de que es como suele ser?... o' wow... qué palabras!

    ResponderEliminar
  2. Drums Creo que las dos cosas en su diferente forma de ser. ¡Como siempre gracias por comentar!

    ResponderEliminar

Atrévete a delirar junto a mí~