2 de octubre de 2012

Entre Victorias


La miró con reproche. Su mirada como las primeras veces evitaba la de él pero era lo más probable que ahora era por un tipo de vergüenza diferente.  Notó grumos en sus pestañas, aún seguía exagerando el maquillaje, pero hoy todo ya parecía totalmente diferente. El negro delineador le hizo casi ignorar que ella recogía una lágrima. Bufó para sus adentros, bufó para no abrazarla enseguida, lo que acaba de decir hacía que su parte racional le impidiera hacerlo.

-¿Estabas muy sola y me cogiste la mano por desesperación? – preguntó con rostro contrito cual actor de Cristo crucificado en medio de Semana Santa.

-Probablemente –contestó ella entre balbuceos, más lágrimas parecían querer venir de sus ojos.

-¿Por qué me lo dices ahora? -  esta vez la pregunta fue seca, sin emoción, sin rasgo de importancia.

-Es que… es que te quiero, te quiero mucho para seguir mintiéndote.

Ahora ya tan sólo “lo quería”. Antes “lo amaba”. Antes le decía que era todo para ella, antes le decía que era su alma gemela, antes le decía que la eternidad quedaría corta los dos, antes le tomaba la mano con lo que decía verdadero cariño y amor. Y justo ahora le escupía que todo fue un engaño de reemplazo de medio tiempo, un reemplazo para el carcoso mequetrefe cara de la… que además de inicuo y patán, era un puto infiel. Un tipo que ahora tal parecía volvió  a ella.

¿Qué les pasa a las mujeres? ¿Qué chucchas les pasa?

Malditas…. Malditas… benditas mujeres.

-¿Y eso es todo? – preguntó cuando se dejó de abstraer en sus propios pensamientos.

-No sé qué más decirte… - susurró – Pero no quiero que dejemos de ser amigos. – añadió rápidamente como si el discurso necesitara un final de esperanza.

No dijo nada y comenzó a caminar en dirección opuesta. No había esperanza. No para él. Necesita una botella de vodka, necesitaba irse, necesitaba correr. Empezó a correr cuando dobló la esquina. En el trasfondo de su alteración escuchaba la voz de ella gritando su nombre. Ya no importaba, era un canto de sirena el cual estaba dispuesto a ya no escuchar. 


Con inspiración de "El hombre desarmado" por Francisco Muñoz,

Aururu

Nota: Tipo de intermedio para la sucesión de historias "Victoria" 

2 comentarios:

  1. "It seemed that tears came to come from her eyes" :) So poetically real. Nice one my dear!

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