Pero era porque mi entorno totalmente eras tú. Tú y tus delicadas arrugas entre tus ojos que mostraban que ciertamente el tiempo había cobrado su cuota, pero antes de hora en ti; antes de hora estando aún floreciendo el padecimiento tocó a tu puerta. Y tan complaciente , como siempre, tu le abriste le dejaste pasar con amabilidad sin esperar, sin sentir, sin tampoco percibir...
Pero quizá no sea el asunto que esta vez me acontece en mi enojo, es algo más profundo, y más desdichado. El saberme ignorante de tu verdad es lo que me ha magullado, el reconocer que a pesar de que sabías que me daba cuenta tú lo seguías haciendo, me seguías sonriendo, me seguías acariciando, me seguías besando imperturbablemente mientras lloraba de la rabia por no saber tu verdad. Porque ciertamente descubrí tu incesable y maleable fetiche, tu pasión de la mentira...
¿Cuál era tu verdad? ¿Cuál era nuestra verdad?
Te odiaba porque eres tan y como suelo ser....
Aururu
"Dad una máscara al hombre, y os dirá la verdad" - Wilde,
Aururu
odiaba lo que suele ser?... odiaba el hecho de que es como suele ser?... o' wow... qué palabras!
ResponderEliminarDrums Creo que las dos cosas en su diferente forma de ser. ¡Como siempre gracias por comentar!
ResponderEliminar