18 de noviembre de 2011

Alcanzada~

-¿No te parece excitante? -jadeó mientras esquivaba un señal de cruce.  La persona que corriendo, igual que ella, le seguía el paso bufó sonoramente con una sonrisa en el rostro. 

Ser perseguidas por haber robado, engañado, engatuzado y casi violado a la líder de la pandilla local, era algo que seguramente "María José y Cristina Augusta" no hubieran hecho. Pero "Mary" y "Chris" lo hicieron esta noche, hace aproximadamente 40 minutos. 

-Vamos a aquel lugar, seguro que no nos encontrarán. -  dijo entrecortadamente Mary a Chris, para que ésta automáticamente como una orden diera el instantáneo giro en la calleja siguiente. Sendos disparon se escucharon a lo que desviaron súbitamente su camino. No había duda que instántamente la adrenalina de su cuerpo comenzaba a hacer su parte, porque sentían que sus pies casi no rozaban el suelo con la fuerza que sus impulsados pasos daban para no ser capturadas. 




-¡Me duelen mis piernas! - exclamó Chris, tumándose en un viejo colchón. De inmediato Mary, estaba lanzándose a utilizar el abdomen de ésta como almohada. 

-Supongo, que debemos agradecer a estos "Gatos malditos del contrato" que tienen a todos alejados de esta casa - casi exhaló Mary tratando de recuperar el aliento. 

-Supongo que sí. -dijo Chris tratando de apartar a Mary para que no la convierta en un objeto de su comodidad - El hecho es que... creo que en verdad te ha gustado, esa persona de hoy. 

-¡Cállate Chris, fue el reto de la noche! - espetó divertida  Mary a la Chris, refiriéndose a lo que no más de una hora habían hecho. 

-A mí no me mientes, por eso no le has pedido prestado nada. 

-Propiamente lo que solemos hacer se llama robar, C. -aclaró Mary, mirando a la cadena que colcaba en el cuello de su compañera. 

-Lo sé, lo sabes. Lo sabemos. - rió acariciándo la cadena que esta noche había robado a aquella líder que habían venido delitando para su golpe de engaño final. 

-Pero sabes qué, la que me gusta eres tú. - dijo de la nada Mary apartándose de Chris. 

-¿Ah? - Una confundida Chris no pudo hacer más que mirar a su compañera. 

-Sí me gustas,  te quiero más de lo que imaginas. - súbitamente extrajo aquel objeto que había sido marcado conjuntamente con Chris "sólo para casos extremos". 

-¡Mary!  - gritó con pánico para ser apartada lejos por un golpe de las fuertes piernas de su compañera.

-Lo siento, Cristina - mencionó también el antiguo nombre de la chica enfrente suyo- he de cumplir, lo que hay que cumplir. 

-¡María José! - chilló así mismo aquel nombre que fue enterrado años atrás por el contrato. Su cuerpo se aceleró pero eso no pudo alcanzar a detener el disparo que atravesó un vital punto de única persona en su vista. 

Se lanzó al cuerpo sin vida de su compañera. Y las lágrimas le brotaban. Pero así era el contrato  ¿no? : "No temores, no rencores, no amores; sin nada sin nadie, sólo lo que hay, sólo que exista. Delirio y límite serán nuestra existencia. Mas si he de incumplir, la única opción será la solución"

Un contrato que te permitía sobrevivir en el submundo, un contrato que te permitía seguir existiendo, un contrato que las libró hace tiempo ya de su enclaustrada vida perfecta.

El cumplimiento de éste había alcanzado a su compañera. 

-Estúpida, el mal hábito de cumplir tus cosas es tedioso. -dijo besando la ensangrentada herida, posteriormente la frente y la boca de su compañera recibieron el mismo trato -Y mi mal hábito de mentir, me llevo a no hacerlo primero. 

Y un minuto después, el contrato también la alcanzó a ella misma. 


Raras Anormalidades No Domesticadas, Omnipresentemente Mandadas, 

Aururu

15 de octubre de 2011

Aeequs~

He escrito un cuento para mi padre por su cumpleaños, quiero compartirlo con ustedes.

Aeequs
Para mi amadísimo padre, Feliz Cumpleaños.
Había una vez en el cercano mundo de Los Valles de Karmi, donde habitaban los luminosos regidos por el alma pura de Miriam, una extraña leyenda. La leyenda decía de una comunidad de salvajes en una llamada extraña “oscuridad” habitaban en las afueras del luminoso valle. Los luminosos no sabían qué era la “oscuridad” y le tenían un profundo miedo.
Pero un día, aquel luminoso que los regía, el alma Miriam decidió averiguar por el bien de su pueblo y del real conocimiento, si era esa leyenda cierta  y encontrar qué era esa llamada “oscuridad”. Sus consejeros se le opusieron, pero ante la amables y bien razonadas explicaciones que esta alma Miriam siempre solían darle, accedieron que fuera en esta temible búsqueda. 

Así el alma Miriam junto a sus amigos más confiables, Britê y Zanthou, empezaron su búsqueda.

El camino fue apacible, sin ninguna complicación hasta que llegaron hasta los límites del valle que eran conocidos. Los tres, incluso el alma Miriam estaban realmente asustadxs. Los senderos empezaron a cambiar, las plantas que conocían cambian un poco de parecer, y los animales que encontraban les parecía más que extraños.  Hasta que llegaron a una poblada villa que les parecía familiar pero les era totalmente desconocido. 

-Ustedes son forasteros – anunció uno de sus pobladores. 

-¿Forasteros? – preguntó temerosamente sin entender Britê. 

-Sí, forasteros, los forasteros que anunciaba la leyenda. Vengan conmigo les mostraré lo que han venido a buscar – dijo el mismo que les habló anteriormente. Así totalmente inundados de una sensación inexplicable para ellos su esencia les dictó que debían seguirle. 

Caminaron a través del pueblo observando individuos que aunque se parecían a ellos, eran distintos. Unos reían tal y como ellos lo hacían, pero otros despedían una especie de agua por los ojos; una acción que estos tres luminosos no habían visto jamás en su apacible pueblo. Así llegaron a una gran construcción que tenía su conocido blanco, pero también estaba coloreado de otras tonalidades que se le parecían pero no eran su blanco. Al entrar en esta construcción fueron llevados por el poblador a una cúpula en dónde al observar bien se encontraron inmediatamente con seres idénticos a ellos pero… pero… ¡totalmente distintos! 

-¿Qué está pasando aquí? – exclamó el alma Miriam totalmente anonada de ver una extraña gemela suya en frente de ella misma, con su misma expresión. 

-Bienvenidos, ustedes aquellos que conectadamente vinieron a buscar lo que la mayoría no se atrevía. – dijo el poblador que les trajo a todos a ese lugar- Yo soy el que soy, pero me pueden llamar Brahma. Y les mostraré aquello que han venido a buscar venido a buscar. 

Un extraño silencio reino en toda la cúpula, pero no duró mucho tiempo.

-¿Quiénes son, maestro Brahama? – dijeron el alma Miriam.

-Gracias por llamarme maestro, querida Miriam – la voz de Brahma llenaba la cúpula de la sensación que el alma Miriam siempre conocía cuando meditaba- Y pues ellos son ustedes. Ustedes son ellos. Todos son iguales.

-Pero eso no es posible, somos diferentes… mira su…color- dijo uno del otro grupo con la voz de Zanthou.

-Efectivamente, Zanthou. – Zanthou del grupo luminoso no se sorprendió que su igual tuviera su mismo nombre. – Ellos son blancos, y se llaman luminosos. Ustedes son Negros, conocidos como oscuros.

¿Negro? ¿Blanco? Para cada bando una de esas palabras eran extrañas a sus oídos.  Así Brahma le empezó a hablar de cosas que para cada bando no eran familiares. A los luminosos les habló acerca de la tristeza, dolor y oscuridad ; a los oscuros acerca de la alegría, gozo y luz.  

-Maestro Brahma, dijo que compartíamos algo ¿qué es? – preguntó por fin Britê.

-Así es queridxs míos, todos ustedes comparten algo la ignorancia, y esta ignorancia es lo que no les permitía ser completos.  Pues todo: el bien, el mal;  la luz, la oscuridad;  la tristeza, la alegría; son complementarios… mantienen el equilibrio.

Cuando Brahma acabó de decir esto, fueron conscientes de que algo había cambiado. Ya no eran seis almas, ahora eran tres personas.  Y conocieron y reconocieron que eran tal y como el maestro Brahma había dicho, una sola identidad, una sola esencia que se había mantenido separada por una brecha de ignorancia. 

-Así es hijos míos, la ignorancia que verdaderamente afecta al hermoso equilibrio. – fue lo que resonó en sus cabezas antes de que todo, el valle, los pobladores y Brahma se esfumaran en un instante. 

Miriam, Britê y Zanthou. Respiraron profundamente en lo que ahora observaron que era un hermoso valle lleno de toda la vida. Y se dispusieron a hacer dos largos caminos para dar la gran enseñanza que este su ahora amado maestro Brahma les había dado y otorgado.

La enseñanza del equilibrio de la vida. 



Con cariño también para ustedes,
Aururu


27 de septiembre de 2011

Acelerada~


" ¿Recuerdas aquel inverosímil vértigo que parecía realmente más producto de una teatrización magistral, en lugar de un verdadero miedo? 
Déjame decirte algo: No temo a las alturas, tenía temor de morir "cayendo" . Porque aunque sería brutalmente delicioso, la sensación se iría en aproxidamente 10 segundos de caída calculando el viento y las condiciones de velocidad y aceleración; además creo que la cinemática no encajaría perfectamente con la muerte. 

La cinemática es técnica y físicamente el más simple de los estudios dentro de una ciencia . La muertes es simple, pero técnicamente es el más complicado de los estudios sin perspectiva de ciencia alguna. 

Pero de alguna manera podría verse conectadas esas dos. Cinemática y la Muerte. Porque la muerte no importa el tiempo, no importa las condiciones, de alguna u otra manera es acelerada. En una exhalación, en un breve período, hace que las condiciones pasen de Uniformes a Variadas. 

¿Y por qué hablábamos de cinemática? ¡Ah, es cierto! 
Porque no me creías ese vértigo de mi mente, que tan vívidamente mi cuerpo expresaba. Quizá si te lo hubiera comprobado matemáticamente me lo hubieras creído. Siempre eras tan apegadx a la lógica. 

Ahora ya no importa.

Porque aunque te lamentes de no haberme creído.Y aunque analices las posibilidades que hubieran podido ocurrir, justo ahora ya nada puede cambiar.

Así que rápido, trata que el auto que viene después del semáforo verde no atropelle mi cuerpo inmóvil después de 10 metros de caída. 

Porque llanamente no debí haberte seguido hacia el filo del inseguro mirador  cuando me dijiste señalando la plazoleta del frente:
- Veamos más cerca esa lejanía de las interminables rosas  "

Crónica desde la torre norte del reloj de la Basílica del Voto Nacional, Quito 30 febrero del 2011.


¡Ya está podrida la miel de las rosas! - Ignacio Lasso ,

Aururu


25 de septiembre de 2011

Y los colores renacen~

Quizá no pueda describir el entusiasmo que me produce el siempre encontrarme con nuevas actuaciones de Bajo el ArcoIris.  Se preguntarán Bajo el ArcoIris, ¿qué es o con qué se come eso?


Es simple Bajo el ArcoIris  es una editorial de cuentos infantiles y juveniles con temáticas LGBTI con varias y excelentes persoans a tu cargo, una de sus editoras es la bien conocida Nimphie Knox [ No sabes ¿quién es? ¡Apresúrate y conócela! ]
En la misma editorial da sus cuentos en descarga totalmente GRATUITOS. ¿no es eso maravilloso? Y ni hablar de las ilustraciones que simplemente son una belleza.
Me dejé capturar por "Javier y el Príncipe del mar", y después de leer "La Familia de Martín" y "La primavera" fue casi imposible no postearlo.

Javier y el Príncipe del Mar.

 

No temo admitirlo, me atrapó con la portada. De alguna manera me recordó como solía dibujar (y suelo dibujar), y no pude evitar imaginármelo con miles de copias impresas, y yo regalándome una a mis sobrinos. Y no sólo es una bella historia en la playa, nos muestra también aquello que para mí hace tan atractivo los cuentos infantiles: inocencia, compasión, humildad, amor.
Javier te atrapa y te envia a días de misterio, príncipes, reinos lejanos y felices finales.






La Familia de Martín y La Primavera

Dulce, suave, y todo apapachable Martín, un pequeño gatito huérfano, nos muestra su historia y el cómo llega a tener una cariñosa familia. 
 Y la bella mariposa Lorelei conocerá a la tierna clavelina Mili en un jardín donde existen hermosas pero orgullosas y nada amigables flores.

No hace falta decir que "La primavera" me encantó el echo de que haya una mariposa como protagonista (si vivo obsesionada con esas asquerosas maravillas) y Mili de seguro harán que deseen plantar flores en cualquier espacio de tierra libre que tengan. 
Y de Martín, pues con lo de "apapachable" ¡lo dije todo! 



Anda, anímate y léelo. Porque los colores vuelven a renacer,
Aururu

15 de julio de 2011

Un año~

Parecía que había algo pues estuve inquietaba todo el día.
Y efectivamente había algo.


¡ UN AÑO!


en Argentina de matrimonio igualitario.




Visita:



Y parece que hubiese sido más tiempo, o tan sólo ayer,

Aururu

13 de julio de 2011

Nadie [3]~


El sonido de las campanas me devolvieron radicalmente a mi sitio. Había ignorado que mis pupilas molestaban tanto porque el sol llegaba directamente a mi rostro. Los autos no paraban de pitar al observar que el semáforo habiá cambiado a "sigan" en lugar de "paren".
Pude contar seis extensas campanadas.

Se hacía tarde. 

 Y seguías sin llegar.


En la ciudad el tiempo sigue siendo el mismo,

Aururu

6 de julio de 2011

Little bad girl~


Gritaron mi nombre en medio del ruido ensordecedor. Volteé mi cabeza para tratar de escuchar lo que me decían. No había sonido alguno, el total ruido sobre el cerrado espacio me impedía tan siquiera concentrarme, intenté leer los labios de la persona que me hablaba pero fue otra pérdida de tiempo porque las intermitentes luces no me permitían ver una palabra completa. Entonces sólo me quedó seguir continuamente una seña.
Hombro, Antebrazo, Brazo, Muñeca, Mano, Dedo índice, el vacío... y en medio del vacío de la multitud, .
La música paró.Mi consciencia se desprendió.


Automáticamente comencé a caminar hacia ti. Aparté a cada estorbo en mi camino. Y sin darme cuenta empecé a correr, a empujar, a desprender a la multitud porque te tragaba. Te consumía, te adentraba, te seducía, hacía que bailes para hambrientos estorbos.

Derecha, izquierda. Izquierda, derecha. Manos Arriba.

Y me perturbaba más a cada instante que veía que lo hacías. Una secuencia, una suculenta secuencia. Deseaba que siguieras haciéndolo. Deseaba que siguieras bailando, moviéndote, disfrutando, pero no para ellos. No pare ellos, mi pequeña niña mala. Lucías extremadamente coordinada, me preguntaba si estabas consciente de los movimientos que hacías. Y mientras me lo cuestionaba era aún más desesperante.  Y mi mano te tocó. 

¿Asustada? ¿Sorprendida? ¿Extasiada? ¿Perturbada? ¿Feliz? No supe descifrar tu expresión. Sólo logré observar tus inquisitivos ojos,  tu sonrisa, y tus labios moviéndose en una sola palabra: "Házlo". 


Parpadeé. Y me descubrí mi cuerpo estático. Mi mente analizó que todo aquella corrida había sido una ilusión, mi acercamiento. Pero, la desesperación no era una ilusión, tú movimiéndote como  elegida de los dioses no era una ilusión, tus ojos penetrándome no eran una ilusión, y aquel movimiento de labios tampoco.

Dos segundos después mi cuerpo se movió sin sentido alguno, verdaderamente hacia ti. 


Go Little bad girl,

Aururu.

5 de julio de 2011

Higher~


Cerrando mis ojos me dejé envolver por los palpitantes sonidos. Y la habitaciòn oscureció, la lámpara se esfumó, las cortinas desaparecieron y tan coloridas luces aparecieron en mi mente. Y comencé a danzar sin sentido alguno y más aún sin saber si lo hacía bien. La música me llevaba despacio, para súbitamente trasportar mis piernas a estrómbitos movimientos, que mis caderas las seguían. Levanté mis manos, gritando las palabras de la insensata canción que tan sólo me llevaba.
Más alto, más alto, ¡Más alto!. Mi alma se me desprendía al dejarme llevar tan sólo por el ritmo de la canción. Trantando de ignorar todo, a todos.
Pero la ilusión se terminó súbitamente, como el roce casi sensual de las ondas rítmicas que invadían mis oídos. Inmediatamente activé el botón para que suene la próxima melodía.

Next.

Me tenía que seguir dopando con música, eso me ayudaría a no caer llorando de rodillas.

It´s taken me higher off the ground,

Aururu

Atrasada~

Marrón.

No maldije el haber abierto de nuevo los ojos  e instantáneamente mirar al techo pero sí una sensación de lamento se extendió inmediatamente sobre todo mi alma, invadiendo como un virus a posteriormente a mi cuerpo.  Mis rodillas empezaron a molestarme inmediatamente me hube incorporado. A veces olvidaba que sencillamente no debía moverme tan bruscamente, ignoraba que ya no podía hacerlo. 

Luego de vestirme silenciosamente, actualicé mi calendario. La sensación que me invadió al abrir mis ojos me golpeó como una fuerte oleada marina, haciendo incluso que me tambalee al darme cuenta de la fecha actual: 5 de Julio.

-Luis, ¿es que ya estás despierto? - oí el grito que ya imaginé que vendría. 

Sin responderle bajé lo más rápido que mis cansadas piernas y mis gastadas rodillas me lo permitieron. Encontrándome con la revolución matutina. 

-¡Buenos Días Luisito! - me saludaron al unísono las gemelas, Karin y Valeria, saltando casi instántaneamente a besar mis dos mejillas.

-Buenas - me saludó  Cristian, mientras me indicaba mi silla, e indicándome con la mirada que la aquella persona que me llamó a gritos, estaba más enfadada de lo común. 

-Buenos Días, Leonard... - intenté saludar a aquella persona.

-¿Cuáles "buenos"? Mejor siéntate a comer la poca mermelada que nos dejaste. - espetó rechanzando mi saludo, era algo habitual más no podía evitar que me doliera en cierta manera. 

-Pero papi, Luis... - intentaron explicar las gemelas que efectivamente yo no había ni siquiera probado aquella mermelada, sino que les hice un sánduche para aquellas dos gotitas de agua, y para el joven que sentado a mi lado iba a empezar a discrepar también. Al instante puse mi dedo índice en medio de mis labios cerrados indicándoles que guarden silencio.

-Me mato trabajando para que claro, ¡me vayas rompiendo cosas, para que me gastes las comida sin pensar en los demás! ¡Esto es tan insensato! ¡Niños, rápido su desayuno o llegaremos tarde, y tú también come, o es que ahora me vas a despreciar la comida! 

Sin una sola palabra y mientras en el fondo sonaban las noticias por la radio. Todos intentamos comer. En medio de eso, no pude evitar recordar cómo era desayunar con aquella persona. No pude evitar preguntarme cómo sería la sitaución actual si fuera más joven. No pude evitar cuestionarme si realmente me había convertido en algo inservible. No pude evitar sentirme viejo. 
Aunque lo de "viejo" era una verdad incuestionable. 

-Hoy, iré al parque. - anuncié viendo que pronto acabaríamos de desayunar. 

-¿qué hoy qué? Sabes que...- dijo mirando a su reloj- haz lo que quieras. Vámonos niños. 

Los chicos le obedecieron de inmediato. Cristian tomando su maleta ayudó a sus una de sus pequeñas hermanas, yo ayudé a la otra. 

-Luisito, ten cuidado y cruce viendo a los dos lados la calle. - dijo Karin.

-La maestra siempre nos dice eso. - completó Valeria. 

-Lo haré pequeñas, hora corran que su padre quizá no está del mejor humor. - Asintieron cruzando atrás de Leonardo la puerta.

-Vuelve a casa quieres, y perdona a papá anda más irritado de lo común. - mencionó Cristian antes de irse. 

Lo vi irse y no pude evitar susurrar en mi mente algo que quería decir a Leonardo "Que tengas buen día, hijo." 


Efectivamente, salí al parque. Quizá era un poco masoquista hacerlo, pero hoy tenía que ir. Encontré la gastada banca que hizo que me invadiera de nuevo una ola de nostalgia. Mi persona más amada me había dejado un día como hoy, 5 de julio. Sentado en la gasta banca que un día había compartido con esa persona, mis lágrimas no pudieron deternerse. 

Siempre temí llegar a la edad que ahora profesaba, pero ahora tenía más miedo por la tardanza de aquello que inconscientemente anhelaba.

La muerte estaba dolorosamente atrasada a mi encuentro. 



¿Sufre más aquél que espera siempre, que aquél que nunca esperó a nadie? - Neruda,




Aururu

2 de julio de 2011


Yo sólo quiero Libertad ♪♫,

Aururu
Hoy, tampoco viniste.

Era miércoles. Me había dirigido inmediatamente después de mis actividades a ese lugar. Había pedido como siempre un expresso. Había tomado el mismo haciendo que inconscientemente quizá me lo reservaban solo para mí. Había encendido mi pórtatil. Había revisado todos mis sitios en la red. Había respondido algunos de los mensajes que me habían llegado, y cuando me expresso hubo llegado me detenía no sólo a tomarlo, sino a esperar que súbitamente apareciera lo que mi mente deseaba en frente mío.
Pero un momento de imaginación más tarde, me daba cuenta que la realidad era otra.
Que la realidad era mi expresso se enfriaría si no lo tomaba rápido, y que pronto llegaría mi comida junto con el dueño para que le hiciera la misma pregunta que siempre le hacía, porque era miércoles después de todo.

-Aquí tienes, querida - dijo el dueño colocando un exquisito plato en frente mío. Seguramente esperando que esta ocasión si lo probase. Sonreí totalmente agradecida, había preparado mi favorito.

Quizá porque sabía que hoy realmente no era "Otro miércoles"

- ¿Has tenido un buen día, pequeña? - preguntó al instante.

-Algo más cansado de lo normal supongo.- contesté sin poder evitar decir entre líneas la verdad.

-Deberías comer algo e ir a casa, pequeña. - me dijo insistente con preocupada voz. Alguien que en extrañas circunstancias simplemente sabía quizá lo que realmente necesitaba. Alguien que me acogió totalmente derrumbada, pues el entendía mi dolor.

-¿Ha venido? - pregunté por ti sin poder contenerme más.

-Ya son 4 años ¿eh?... Creo que... - empezó a balbucear.

-Te hice una pregunta, Demetri. ¿Ha venido? - dijo expresión gélida en busca de la respuesta.

-No - contestó cortante, pero con deje triste.

-Quiero fresas para el postre - pedí ya sin más obtenida mi respuesta, regresando a mi rostro mi habitual sonrisa.

-Por supuesto. - dijo Demetri también sonriendo pero melancólico. Los dos sabíamos que esa era la única pregunta que le obligaría a responder siempre.

Así aparté mi portátil, para tomar mis alimentos. De seguro él los hizo exclusivamente para que los comiera, pronto vendrían mis fresas estoy segura. Pronto también vendrían los demás chicos del lugar a saludarme, para finalmente que Demetri se siente enfrente mío y conversar de nuestra semanas. Para que finalmente me repita lo que cada semana hace.

-"Deberías empezar a olvidar"

-"No, mi promesa no será rota"

Pues así era, aunque te hubieras ido. Aunque quizá todo haya terminado para ti. Mi promesa no se romperá.

Te seguiré esperando


Al menos tengo tu odio tengo tu rencor,- Txus

Aururu

15 de junio de 2011

Reflejada~

Diva. Diosa. Reina. El ruido. La multitud. Las ovaciones. Un nombre. Penélope.
Mis ojos se abrieron destellantes hacia el retrato frente mí. Luces, brillantina, colores. Extensas hebras totalmente negras por mis pestañas, lúcidas líneas contorneando y delineando acentuadamente ya mis vistosas cejas.  Mis párpados centellaban colores, vida; mi boca chispeaba pasión, armonía, deleite. Y rostro que no simulaba más que un real y auténtico gozo.

Permitiéndome sonreírme, admirarme, encantarme, deleitarme. Mi atuendo no daba más que desear. Llameante, fuego, escarlata, esplendor. Con cortes que permitían mostrar provocativamente el envés de mi pecho, pero deteniendo su corte lo suficientemente alto para no sugerir algo que no desearía ser sugerido, en su encarrujada parte delantera que casi llegaba a mi ahora vistoso y largo cuello proclamaba una elegancia totalmente encubierta, terminando  por el incitado corte entre medio de la pierna llegando a la altura justa para luego exhibir los lustrosos tacos que acompañaban el atuendo, que acompañan a la esencia en sí.

Y dirigí de nuevo mi mirada hacia arriba, para divisar las esmaltadas flores carmesí que se colocadas en patrón en mis voluminosos, brillantes cabellos. Y sentía que brillaba más que las luces, que centellaba más que Venus, que podía ser la noche, que podía ser el albor de la multitud, que podía ser completamente el escenario, que podía ser.
Y todas las personas casi irreconocibles pero parte de mi existencia misma gritaban, aclamaban, deliraban a gritos el nombre.

Penélope, Penélope, Penélope.

Gloria, luminosidad, belleza.

Penélope, Penélope, Penélope.

Magnificencia, hermosura, esplendor.

Abel.

Una sensación de vómito me invadió inmediatamente. A pesar de tan avanzada hora, de el adecuado respeto a mis padres y pequeño hermana que ya dormitaban no pude reprimir mi estrepitoso paso y me dirigí a tientas por el siempre memorizado camino hacia el lavamanos más cercano a mi habitación.

Jadeando mi cuerpo se retorcía mientras expulsaba lo que tan molesto lo tenía. Las náuseas no paraban cada vez que pensaba en aquello que pensé, que imaginara aquello que imaginé, que soñara aquello que soñé. Porque simplemente despertaba y toda era ilusión.
Mamá me contó de pequeño aquella famosa historia de Cain y Abel, los dos hermanos de comienzos de la biblia cristiana. El bueno y el malo, aquel obediente y aquel que no, el sumiso y el definido rebelde. Y como está predestinado desde estos principios del tiempo el bueno muere a manos del malo, pero claro está que luego para no hacerlo tan trágico el bueno siempre gana. Desde la perspectiva de caído la muerte es ganancia, la vida es pérdida. Pero desde el punto de subsistencia del ser la muerte es la pérdida y la misma vida la supuesta ganancia. Irónico.

Siempre me imaginé a Abel algo afeminado. Tez pálida, delgado, sensible, e inocente. Tan como una pequeña niña. Quizás él quiso ser una…. Y yo le entendía.
Habiéndome ya quitado la sensación de súbitos espasmos, el espantoso sabor en la boca y tomado pequeños tragos del enjuague bucal más cercano a mi mano; me permití mirarme en el espejo.

Ahí estaba tan y como me lo había imaginado a este Abel, completamente personificado frente al espejo con el mismo exacto nombramiento y personificado en mí.
Dolía… Dolía que cualquier ser supremo que exista no haya escuchado tampoco hoy mi oración. Mi pequeña e insignificante petición. Sólo pedía desfallecer eternamente que hacerlo cada día por el resto de mi destinada existencia.

Porque simplemente al verme reflejada vivía.

Al verme reflejado moría. 





Los relatos publicados son originales. Por favor no copies =) ,
Aururu

Devorada~

Se decía que Fernanda era deliciosa. Completamente sensual. Casi comestible. Su fragancia deleitaba los sentidos, consentía a tu apetito. Si  perfección fuera una verdad, ella lo sería. Su cuerpo mestizo antojaba la mezcla de los dos más exquisitos y contrarios postres que cualquier paladar hubiera gustado y cualquier vista pudiera tan sólo disfrutar. Sus largas y bien formadas piernas delineaban su silueta y te conducirán siempre a contemplar su comestible, curvilíneo vientre. Su vientre que  invitaba a rodearla, a envolverla,  a ceñirla, a perfilarla. Invitaba a solo rozar ese vivo postre, que su piel podría proporcionar y verte envuelvo en el loco deseo de sus manos, cual ciego reconociendo, tocando tu cuerpo. Y por supuesto dejarte llevar por la embriaguez de sus pálidos, suaves, y delgados labios, y por la droga que una de sus miradas podrían proporcionarte.

Exquisita. No habría más palabra para Fernanda. Ícono mundial, modelo internacional, impecable artista. Enviada por muchas. Deseada por muchos. Sin embargo sin lugar a dudas de quién todos hablaban. De aquella misteriosa mujer, quien podría especularse que era descendiente de ninfas, al igual que la hija de las más sexuales mujeres de cualquier cabaré. De quien se teorizaba que realmente no pudo tener padres biológicos, de quien se decía que era una experiencia para la perfección humana, un simple error de nuestros sentidos incluso magia entre nuestras mentes.

Y los celos no tardaron en aparecer, pues todos éramos menores a ella. Todos éramos completa, horrible, horrorosa, y escandalosamente imperfectos a lado de ella. Rumores, chismes, daños, conversaciones, palabras, gestos, suspiros.
Y entre celos, disputas por ella, por éste el más exquisito manjar que cualquier hombre, pueblo, ciudad, nación, país podría realmente poseer, proclamar, saborear.  Inadvertidas discusiones, exaltadas peleas, invisibles guerras.

Más que admirada mujer, era un comestible deseo.

Pero Fernanda no quería ser devorada, no quería seguir siendo comida, no quiso ser ficción en lugar de una realidad. No quería ser un algo en lugar de alguien. Infaltablemente por casualidad  entendió la clave.

Simples humanos codiciosos, avaros, miedosos, temerarios, devoradores, depredadores. No aceptarían el denigrarse a simples carroñeros.

Esta mañana se descubrió el cuerpo de Fernanda, la llamada ninfa de las cortesanas, reconocida actriz y modelo internacionalmente; muerto y totalmente desangrado con cortes en las muñecas, cuello y abdomen. Esto ha generado conmoción mundial en donde millares de sus seguidores, admiradores y adoradores, quienes han dado un tinte negro a cada ciudad del mundo por el duelo que están presentando. Más lo que más ha causado más admiración, después de que las investigaciones policiales confirmaran que efectivamente fue suicidio, fue considerablemente la nota que colgaba de su cuello al momento de encontrarla, la cual decía: ‘Cómanme,  si pueden’




Los relatos publicados son originales. Por favor no copies =) ,
Aururu



Encantada~

-¿Cuándo por fin podré recibir tu beso?

-Cuando no dudes más – me respondía seductora.

-No dudo – inmediatamente repliqué. No estaba segura pero no lo dejaría pasar otra vez, la oportunidad, la atracción, la terrible persuasión.
Y suavemente tomó mi mentón. Sus extremidades eran frías, peros sus delicados roces y caricias han sido siempre cálidas. Mi expresión no cambió, traté de permanecer impasible, sin que ningún rastro de mi cara demostrara lo inquieta que podía sentirme.

Así me concentré en mirar detenidamente su rostro. Jamás la imaginé así. Todos hablan de ella como alguien cruel, despiadada, inescrutable. Pero yo la había conocido más a fondo, no por el hecho de quererla por un simple instinto de odio hacia la vida, o reencuentro con mis problemas. No por cobardía, ni siquiera por simple deseo.

Sólo por curiosidad.

Y me encantó. Su débil y cansado rostro, sus tan pronunciadas facciones que podrías detenerte a contemplarlas cada vez que quisieras, perderte en ellas cada vez que desearas y hacerte millares de cuestiones sobre el por qué de las mismas. Porque todo y nada. Lleno y vacío.  Pero siempre más alta que todos los demás que puedan ignorarla, siempre más alta que los otros, siempre mirando desde una perspectiva que nosotros no nos atrevemos a soportar.  
Mirando… Mirar… Sus ojos. Maravillosos abismos negros, perlas del creciente universo, preciosa oscuridad, magnífica perennidad. E inconsciente de su propia osadía mi mano subió hacia lo que contemplaba; mimando lo prohibido, su rostro.

-Lo sé, pero me asusta…. Tú…

-Conozco lo que debo conocer.  Deseo lo que yo he decidido.

-No, no sabes lo que estás decidiendo – su gélido aliento al hablar acarició mi cara, mientras ella aún sostenía con una de sus manos mi acalorada nuca. Aunque para muchos era su crepúsculo, para mí siempre era mi amanecer.

-Deja de contradecirme. ¿Quién mierda sabe si esto es casualidad o destino? Pero lo que sé, es que me has encantado mi amada Artimi.

Sonrió tímidamente, susurrándome lo que ya sabía en el oído. Sabía lo que pasaría, pero también sabía que así podría verdaderamente pertenecerle a ella. Por siempre, para siempre, la eternidad.

-Yo también seré tuya cuando me pertenezcas, mi ahora adora guardiana, Azazel.- fue lo que su voz dijo en el más íntimo tono muy cerca ya de mí.

Y sus labios finalmente presionaron los míos. Podía sentir lo que emanaba finalmente de ella, lo que se contenía, lo que reprimida en sí misma deseaba, la pasión que podía transmitir a través de sus labios.  La tibieza de su saliva, podría conectarse a la mía como si las dos estuviéramos sedienta de la otra.
Y así me permití verdaderamente abrazarla, tocarla, acariciarla…
Perdí mi nombre, perdí mis sentidos, perdí mis sensaciones; porque ahora era de ella. Sólo y únicamente de ella. Porque me encantó. Es la única explicación realmente posible, me encanto al momento que la convoqué por mera curiosidad, y al encantarme caí rendida a sus pies.

¿Para qué quería las sensaciones, si ella era lo que me hacía sentir? ¿Para qué seguir con el incoherente paso de las terrenales horas, si ella era mi tiempo?  ¿Para qué respirar, si ella se convertía en mi aire? ¿Para qué ser del mundo,  si puedo ser de su mundo?

Porque así es, me enamoré de la que todos temen y me entregaré en bandeja como alma pura para que tomara lo que deseara de mí. Porque simplemente me enamoré de ella, porque simplemente la amaba….

Me enfrasqué en un abismo con caída sin fin, sabiendo y estando completamente segura que ella me amaba, y que me recibiría al final de la insensible caída con los brazos extendidos en su inmortal reino.

De esta manera finamente me di a ella.

A ella que tiene muchos nombres: Artimi, Vanth. Aita, Dama Blanca de Brigida, Kalima, Janas, Tuoni, Muerte.

Así me sumergí al sueño sin retorno del cual muchos quieren escapar.

Así morí.



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Aururu