El sonido de las campanas me devolvieron radicalmente a mi sitio. Había ignorado que mis pupilas molestaban tanto porque el sol llegaba directamente a mi rostro. Los autos no paraban de pitar al observar que el semáforo habiá cambiado a "sigan" en lugar de "paren".
Pude contar seis extensas campanadas.
Se hacía tarde.
Y seguías sin llegar.
En la ciudad el tiempo sigue siendo el mismo,
Aururu
ta chevere bacan shampooooo !!!! n.n
ResponderEliminarya te sigue una dura q bn :D
₪Öķяą₪™ Muchas Gracias, y sí que sí! Estuve a punto de colapasar al verlo xD
ResponderEliminar¿Leíste alguna vez "EsQUITOfrenia"? Menudo libro...
ResponderEliminarTu fotografía me dejó ese sabor que solo consigo sentir con un buen poema o un buen café...
Ahora le agrego "una buena fotorgrafía" a mi lista...
Un abrazo desde el manso valle de los Chillos
Belén No no me he leído aún "EsQUITOfrenia", de seguro tendré que hacerlo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, querida vecina