¿En qué me he convertido?
En un monstruo reflejo de mis propias condenas,
en el destino de los desechos del mundo,
en los fluídos incoloros de las amnistías mal desarrolladas.
Un monstruo de mil tentáculos
se han convertido en navajas,
destruyen y lacran. Me he lacrado a mí misma.
Habito otra piel,
ya no tengo piel.
Cuando caigas a mi nivel
no hay más hondo
la profundidad es solo un mito para quienes temen
a la oscuridad, la he engullido yo.
Leamos "Érase una vez una mujer que quería matar al bebé de su vecina",
Aururu