Hoy me han
dicho que no se me iba a aprobar Literatura y se me llamó a la oficina de la
inspectora general. Tal delgadita que era parecía, que una de esas que se caiga
del bacón por accidente, se le iba a llevar el viento como papelito de chupete.
-Señor Paz, el ministerio de educación dice
que puede pasar sobre 12 cualquier materia pero las normas de la institución por la excelencia
académica no le permiten…
“No me
permiten” me sonaba a prohibido, lo prohibido siempre es tentador ¿no? Como cuando
estás con esas ganas de comerte el labio de la profe de Historia que habla y
habla; oh sí, habla como condenada la man pero no como el de Filosofía aunque
ese más que hablar escribe, escribe como hijo de su madre toda la pizarra con
letra arial 7 no sé cómo lo logra, nadie lo sabe, cuando detrás de él la clase
entera es un rebullicio que no hay dos es decir no es que sea ruidoso pero
seguramente se sentía como el chisme que el Juanito había terminado con la
Francisca se nos metía por ósmosis y a escondidas, a escondidas era lo todo lo
que quería hacer y no hacía es decir lo prohibido; ah cierto está hablando la flaca.
-…permiten poder quedarse en la institución a
menos que firme una carta de compromiso en presencia de sus padres o de su representante.
Me pregunto
si la inspectorita sabía que tenía un cuerpo de morirse, que se le acosaba a
espaldas de ella pero eso siempre con mucho “respeto”. Ay, sí, es que mírale
esos labios que tiene y dicen que disque es divorciada y sin hijos.
-Señor, ¿me escuchó?
Mierda, o sea
si le escuché pero es que no le entendí nada de lo que me dijo, algo de que
firme algo que no sé qué. Mira que estamos solos princesa de edad madura.
-Sí, sí inspec
-Entonces aquí le dejo el comunicado y me lo
trae firmado por sus padres mañana por favor.
-¿Ah? Sí, sí.
-Bueno vaya de nuevo a clases.
Me tuve que
retirar, tan calientito que estaba la inspección y cómo no. Me llevaba el
diablo porque tenía que cruzar el patio en medio de la lluvia y a mí que
seguramente me daría resfriado, o sin mencionar que los hijuepuctas de
educación física me han de lanzar un balón mojado los caremasos. Bah, me daría
igual.
-Señor Paz, tenga.
Una
sombrilla. Esperen era la sombrilla de ella. Me sonrió y dijo que era un buen
chico que por vaguería me quedaba en materias cojudas pero que confiaba en mí.
Oh creo que dijo algo así porque yo sólo pensaba en que olería la sombrilla por
una semana.
Escribo porque sí, porque me gusta, porque porque porque por qué...
Aururu